Innovación antes, durante y después del coronavirus: la revolución de los cuidados

La declaración del estado de alarma y las medidas tomadas por el Gobierno en relación al COVID-19 nos llevaron, sin previo aviso y casi sin darnos cuenta, a estar inmersos en un desafío que como sociedad tenemos que afrontar a nivel global para garantizar el bienestar de las personas. Una auténtica revolución que viene a poner el foco en la importancia de los cuidados y su relevancia para nuestra sociedad.

A lo largo de este mes que llevamos de confinamiento son muchas las organizaciones, empresas y grupos de personas que están a aplicando soluciones diferentes para atender las problemáticas surgidas como consecuencia de esta situación de emergencia sanitaria. Tal vez no seamos conscientes pero eso es innovación social.

En Galega de Economía Social llevamos el apellido de Iniciativa Social por eso sabemos bien que sin las personas y su participación social, la innovación non sería posible. En GES la innovación social forma parte de nuestro ADN y surge del compromiso con las personas con discapacidad.

Escuchamos frecuentemente hablar de innovación social pero, que significa realmente?

Innovación es acción, es un motor que nos permite encontrar respuestas, una herramienta que hace posible introducir mejoras que tienen como respuesta un impacto social positivo.

En el marco de este nuevo escenario en el que nos movemos son muchas las personas que decidieron ser parte de la solución y ponerse en marcha cos sus productos, sus medios o con su comunicación para informar, inspirar, amplificar y demostrar que las buenas ideas contribúyen, una vez más, a mejorar la vida de todas las personas. Nuevamente innovar.

En estos días brotaron cientos de iniciativas espontáneas que sacan nuestra mejor versión como sociedad a las que queremos darle visibilidad desde este blog: grupos informales de autoayuda, vecinas y vecinos que por primera vez se ofrecen a hacer la compra a las personas más mayores, jóvenes que quieren ayudar cuidando a las niñas y niños de las y los trabajadoras/es que no pueden quedar en casa, comunidades de makers intentando apoyar al sistema de salud con sus innovaciones, grupos de teatro y música que hacen espectáculos en las redes sociales para el entretenimiento de pequeños y mayores,…

Y así, junto a los aplausos en los balcones que dieron comienzo en Italia, los mensajes de ánimo del movimiento de ciberactivismo #YoMeQuedoEnCasa y #EsteVirusLoParamosJuntos o el himno de lucha a golpe de “Resistiré”, nacieron también iniciativas como frenalacurva.net o piensoluegoactuo.com, plataformas colaborativas donde se aglutinan buenas ideas, acciones y propuestas surdidas durante el Coronavirus que tienden un puente de comunicación entre las personas, y que os invitamos a conocer.

Si algo tiene de positiva esta situación que estamos a atravesar es la cantidad de gestos e iniciativas que surgieron de la propia sociedad. Personas anónimas que buscan ayudar y acercar su grano de arena porque hoy más que nunca son tiempos para practicar y reivindicar la solidaridad y la responsabilidad colectiva.